El procedimiento para la rehabilitación del Palacio del Infante D. Luis ha comenzado hoy con la aprobación, por parte de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, del expediente de contratación y los pliegos de condiciones que debe contemplar el proyecto de recuperación y conservación de esta joya arquitectónica del siglo XVIII, obra de Ventura Rodríguez.
La rehabilitación del Palacio se acometerá, en sus distintas fases, con financiación pública y privada. El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de Boadilla del Monte firmó un convenio con la Comunidad de Madrid para cofinanciar, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), un proyecto de restauración del Palacio y su entorno por valor de cuatro millones de euros. Igualmente, el Ayuntamiento destinó a este fin en el presupuesto de 2012 una partida de 400.000 euros y firmó también un convenio con el Banco de Santander por valor de 180.000 euros.
La rehabilitación prevista afecta, en esta primera fase, a varias estancias del Palacio y contempla distintas actuaciones. En concreto, se realizarán trabajos de recuperación y conservación en la capilla, el vestíbulo principal de la planta baja, el salón principal a nivel de jardín, los portones de entrada a la terraza superior del jardín, los revocos exteriores y los elementos decorativos exteriores.
El proyecto que se presente para la rehabilitación deberá recuperar en lo posible la propuesta arquitectónica inicial, eliminando añadidos más recientes, como molduras, escayolas o solados y protegiendo en todo caso los elementos originales.
En lo relativo a los elementos exteriores, la rehabilitación de los portones de entrada a la terraza superior del jardín deberá preservar de la lluvia los elementos originales, restaurar las batientes de madera para que recuperen su función y conservar y recuperar los herrajes. Se deberán recuperar igualmente los revocos de todas las fachadas previendo para intervenciones posteriores la sustitución de las carpinterías exteriores. En cuanto a los elementos decorativos, deberá conservarse y recuperarse el escudo de la fachada principal así como otros elementos de interés como algunos de granito en fachadas, barandillas, blasones, copas, balaustradas, escaleras y canalizaciones fluviales.
La recuperación de la capilla no contempla solo el espacio del templo sino también las galerías y tribunas perimetrales de la planta alta y el tramo de escalera de servicio que une ambas plantas, así como las carpinterías interiores de esas galerías y la puerta de acceso desde el exterior a la capilla. Deben quedar previstas las canalizaciones para instalaciones que, en el caso de la eléctrica, deberá ser la adecuada para este espacio, teniendo en cuenta tanto sus valores arquitectónicos y artísticos como el uso que se le da, que no solo es litúrgico, sino también cultural.
La conservación y recuperación del vestíbulo principal de la planta baja incluirá el corredor que lleva a la capilla y el tramo de la escalera principal que une el nivel del vestíbulo de acceso desde la plaza con el salón principal del nivel de jardín. Igualmente, incluirá la puerta principal de acceso al Palacio por la plaza y al menos las carpinterías interiores de los vanos de este espacio.
En cuanto al salón principal a nivel de jardín, se incluirán también los dos locales contiguos por cada uno de sus extremos y el espacio de conexión con la escalera principal hacia el nivel de la plaza. Igualmente se contemplará la puerta principal al jardín y las demás carpinterías interiores, tanto en los vanos hacia el exterior como en las dos puertas entre estancias.
La aprobación hoy del pliego de condiciones que ha de contemplar el proyecto supone el primer paso para la rehabilitación del Palacio del Infante D Luis después de que hace unos meses se recuperara la titularidad municipal, tras anularse el convenio suscrito en su día entre el Consistorio y la Sociedad General de Autores (SGAE). El estado en el que la obra se encuentra en la actualidad, tras el deterioro sufrido por las actuaciones de la SGAE, hace necesaria una intervención profunda, que le devuelva el esplendor de épocas pasadas y, sobre todo, que permita a los vecinos de Boadilla y otros visitantes volver a disfrutar de esta joya de la arquitectura neoclásica española.