Comienzan las 'vacaciones tranquilas' de los vecinos y comerciantes de Boadilla

Comienzan las 'vacaciones tranquilas' de los vecinos y comerciantes de Boadilla

El programa "Vacaciones Tranquilas", cuya campaña de verano comienza mañana 1 de julio, está siendo cada vez más utilizado por vecinos y comerciantes. Desde que se implantó en 2009 han sido 330 los usuarios lo que supone un notable incremento año a año, teniendo en cuenta que los dos primeros solo lo utilizaron 15 vecinos. Desde enero de 2015 han sido 93 personas las que han confiado sus llaves a la Policía Local, mayoritariamente dueños de viviendas.

El programa pretende mejorar la seguridad y prevenir situaciones de riesgo en los domicilios y comercios de Boadilla durante las vacaciones. Cualquier vecino que lo desee puede dejar sus llaves en las dependencias de la Policía Local que las custodiará y avisará a los afectados ante cualquier incidencia que se produzca en su casa o local, a los que entrarán en caso necesiario. Otra posibilidad es dejar el contacto, propio o de un familiar, para que la Policía avise telefónicamente de cualquier situación anómala que se detecte.

El programa tiene carácter permanente y se activa automáticamente en los periodos vacacionales del año: Semana Santa, Verano (de 1 de julio a 31 de agosto) y Navidades (de 24 de diciembre a 6 de enero).

Para participar en él es necesario personarse en las dependencias de la Policía Local (José Antonio, 42) para cumplimentar un formulario y depositar las llaves. También se puede recabar información en el teléfono 91 634 93 15 o en la web municipal.

Vacaciones Tranquilas forma parte del dispositivo especial de seguridad que se pone en marcha en los periodos vacacionales. La Policía recomienda para las épocas de ausencia tomar algunas precauciones como: no hacer pública la marcha de vacaciones, cuidando especialmente lo que se escribe en las redes sociales; retirar el correo del buzón; desconectar los dispositivos automáticos de los cuadros de luces y cerrar las llaves de paso de los circuitos de suministro de agua y gas y, en el caso de los bares y restaurante, dejar las máquinas de tabaco y tragaperras vacías y los cajones abiertos.

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