El Estadio de Wembley es uno de los más conocidos alrededor del globo.
El campo, que ha pasado por dos eras diferentes, es la sede histórica de la selección de Inglaterra de fútbol y, al haberse convertido en un icono del fútbol clásico y moderno, ha sido sede de todos los torneos internacionales importantes: Eurocopa, Copa del Mundo, Juegos Olímpicos y, cómo no, Champions League.
Las finales en el antiguo Estadio de Wembley
La primera era de Wembley comienza con la inauguración del estadio original en el año 1923. El campo, que estaba situado en el barrio de Londres que recibe el mismo nombre, se abrió con el objetivo de albergar la final de la FA Cup de 1923, además de haber tenido el honor de ser la sede de los JJOO de Londres de 1948.
15 años después de los Juegos Olímpicos, Wembley acogería su primera final de Copa de Europa, en un partido que enfrentaría al A.C. Milan y al Benfica. Los italianos se convirtieron en campeones con una victoria por 2-1 gracias a los tantos de José Altafini.
Sin embargo, esta no fue la única ocasión en la que la primera versión de Wembley vería la final de la Copa de Europa. En 1968, el Manchester United se coronó campeón en Londres, una vez frente al Benfica, ya bajo los efectos de la maldición de Guttmann, mientras que el Liverpool haría lo propio en 1978 frente al Brujas, los dos únicos ingleses capaces de conquistar la orejona en el estadio inglés. Ajax en 1971 y el FC Barcelona en 1992 estrenaron su palmarés en el antiguo campo.
El fin de una era
Wembley, con casi 80 años a sus espaldas, necesitaba una renovación. Por eso, en 2002 fue el momento de derribarlo para construir un nuevo estadio, que también ha tenido la suerte de seguir albergando partidos de la mejor competición de clubes del continente.
Si el Barça fue el último equipo en ganar la Champions League en el antiguo Wembley, también fue el responsable de inaugurarlo en 2011. Allí, los culés cumplieron con las expectativas de las apuestas de fútbol y vencieron por 3-1 al Manchester United.
Apenas dos años después, Wembley volvió a ser la sede de la gran final de la Champions League. En este caso, ningún equipo inglés fue capaz de llegar a la final, que enfrentó al Bayern de Múnich y a uno de los finalistas de esta temporada, el Borussia Dortmund. El encuentro llegó empatado a los últimos minutos, cuando Arjen Robben anotó el definitivo 2-1 que coronó a los de Baviera como campeones de Europa.
Este año, el renovado estadio de Wembley recibe a Borussia Dortmund y Real Madrid, la tercera final tras la reconstrucción. Las apuestas Madrid - Dortmund ponen a los blancos como claros favoritos, pero hasta que no llegue el pitido final, todo puede suceder… y más en un estadio con la magia y la historia de Wembley.
