La Dirección de Emergencias de la Comunidad de Madrid instaló hace poco unos carteles en el Monte de Boadilla en los que se avisa de la necesidad de que los dueños de perros controlen a sus mascotas cuando accedan al recinto, y muchos vecinos pusieron el grito en el cielo.
Lo cierto es que puede parecer comprensible que alguien se queje de no poder soltar a su perro para que corra por el campo, pero hay que pensar en el bien común, y eso a mucha gente no le entra en la cabeza.
En el Monte de Boadilla, nuestro monte, hay más de seiscientas ovejas que, de manera natural, se dedican a limpiar y a proteger este entorno natural del que tenemos que sentirnos orgullosos.
Un perro suelto es un peligro para un rebaño de ovejas, y por lo tanto un peligro para nuestro monte, por lo que todos tenemos que colaborar. Es sencillo.