El pasado miércoles el lider de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, y el portavoz de la formación naranja en Boadilla, Ricardo Díaz, recorrieron la línea ML3 de Metro Ligero desde Puerta de Boadilla hasta Colonia Jardín para presentar una proposición no de ley en la que se solicita la eliminación de este medio de transporte y la puesta en marcha de un sistema alternativo de autobuses eléctricos que preste mejor servicio.
Aguado ha explicado que "el Metro Ligero es un servicio por el que los madrileños ya hemos pagado 674 millones de euros y que en 2036, cuando termine el contrato con las concesionarias, habremos desembolsado casi 3.000 millones de euros, que sería el equivalente a construir 500 colegios en la Comunidad de Madrid".
El portavoz de Ciudadanos critica que se trata de una infraestructura "lenta, costosa y deficiente", además de apuntar que llega a una zona de Madrid, Colonia Jardín, en la que no es útil para los ciudadanos que usan el servicio.
En concreto, la propuesta que propone la formación naranja consiste en desmontar el sistema tranviario y poner autobuses eléctricos que tengan más flexibilidad y que se desplacen más rápido utilizando la misma ruta que el Metro Ligero, prestando un mejor servicio y ampliando las conexiones hasta el intercambiador de Moncloa.
Para Aguado, el Metro Ligero es "un proyecto ruinoso de Esperanza Aguirre que el actual Gobierno de la Comunidad de Madrid no tienen intención de querer cambiar ni negociar las condiciones con la concesionaria".
En su propuesta, Ciudadanos pide que se desmonte toda la infraestructura actual, vender los tranvías a empresas que a día de hoy están reclamando este servicio en países de Latinoamérica o Argentina y que se destine ese dinero a implementar el nuevo servicio.
Una vez finalizado el recorrido, Aguado ha explicado que el trayecto que ha realizado de 40 minutos en transporte privado se habría tardado la mitad. "Es un capricho ineficiente y rígido, que supone un gasto tremendo para todos los madrileños", ha resaltado.