El Ayuntamiento pone en marcha un nuevo servicio de limpieza de grafiti y se prevé que en tres meses el municipio quede libre de pintadas.
El nuevo servicio incluye dos fases: una primera de tres meses de duración, en la que se limpiará de manera intensiva todos los grafitis, y una segunda de mantenimiento.
El objetivo de la Ordenanza de Medidas para Fomentar y Garantizar la Convivencia Ciudadana en el Espacio Público de Boadilla del Monte, en el que se incluye este apartado especial dedicado a los grafitis, busca que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás y prevé sanciones de entre 300 y 3.000 euros para quienes realicen pintadas, pudiendo llegar a 6.000 para los reincidentes.
«Contamos con un municipio privilegiado en cuanto a parques y espacios urbanos y no podemos permitir que el comportamiento de unos pocos afecte a la convivencia y al disfrute de los lugares públicos de los vecinos», afirma Juan Siguero, alcalde de Boadilla.