Cuando Antonio González Terol llegó a Boadilla se encontró una deuda de 30 millones de euros y un déficit de 1,6 millones de euros. Era el año 2011. Solo en una legislatura, y cuando se convoquen elecciones, la deuda será casi cero y el superávit, el mayor de la legislatura.
Al cerrar 2011 las cuentas boadillenses/boadillanas ya tuvieron un 'plus' de 3,5 millones de euros. Al año siguiente de 9,6 y en 2013 de 13,6 millones de euros.
Habrá aspectos que reprochar a Terol, ningún humano es perfecto, pero en cuestión de números; un aplauso. Es lo que tiene gestionar las cuentas como una empresa: eficiencia y eficacia sin perder servicios.