Boadilla del Monte ha recuperado la Iglesia de San Cristóbal tras una profunda rehabilitación. La obra se debe a un convenio firmado entre el Ayuntamiento y la Diócesis de Getafe, y que ha sido realizada por el arquitecto restaurador José Ramón Duralde.
La Iglesia la reinauguró el pasado 22 de junio el alcalde de Boadilla, Juan Siguero Aguilar, el obispo de Getafe, Monseñor Joaquín María López de Andujar, y el director de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Tras el corte de la cinta inaugural, el Obispo de Getafe celebró una Misa de Acción de Gracias y Consagración del Nuevo Altar junto a 15 sacerdotes y el cura de la Parroquia de San Cristóbal.
El alcalde declaró la importancia de la obra ya que «la Iglesia de San Cristóbal que es nuestra Iglesia más antigua y emblemática, además de un edificio fundamental para el eje histórico artístico de Boadilla compuesto por el Convento de la Encarnación, el Palacio del Infante Don Luis, y esta Iglesia».
La Iglesia se encontraba en muy mal estado, incluso con algunas zonas hundidas que permitían el paso de la lluvia, por lo que su cierre fue obligado.
Las carpinterías, cubiertas y muros han sido restaurados, así como también se han efectuado trabajos en el exterior, donde se han creado nuevos jardines.
La Iglesia la reinauguró el pasado 22 de junio el alcalde de Boadilla, Juan Siguero Aguilar, el obispo de Getafe, Monseñor Joaquín María López de Andujar, y el director de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Tras el corte de la cinta inaugural, el Obispo de Getafe celebró una Misa de Acción de Gracias y Consagración del Nuevo Altar junto a 15 sacerdotes y el cura de la Parroquia de San Cristóbal.
El alcalde declaró la importancia de la obra ya que «la Iglesia de San Cristóbal que es nuestra Iglesia más antigua y emblemática, además de un edificio fundamental para el eje histórico artístico de Boadilla compuesto por el Convento de la Encarnación, el Palacio del Infante Don Luis, y esta Iglesia».
La Iglesia se encontraba en muy mal estado, incluso con algunas zonas hundidas que permitían el paso de la lluvia, por lo que su cierre fue obligado.
Las carpinterías, cubiertas y muros han sido restaurados, así como también se han efectuado trabajos en el exterior, donde se han creado nuevos jardines.
