El otro día un vecino de Boadilla denunciaba a través de Facebook que, tanto las aceras como las rotondas de la zona del famoso oso verde, estaban llenas de matojos y malas hierbas.
Es evidente que si estas hierbas no se tratan y se eliminan, todas las baldosas de la zona podrían acabar levantándose. Pero también podría suponer un riesgo si, por ejemplo, un incívico ciudadano lanzara una colilla desde su vehículo con la mala suerte de prender fuego en la rotonda.
Desconozco si a día de hoy se habrá solucionado el problema. No me sorprendería, porque este Ayuntamiento es muy eficiente antes los avisos por redes sociales. Pero igual que se le exige a los vecinos que cuiden sus parcelas, el Consistorio debe cuidar también el suelo municipal.