El dedo indica un baja pero realmente ya se ha convertido en un sube. El otro día, una vecina mostraba su preocupación, a través de Twitter, porque había un tornillo en el vagón de un tren del parque infantil de la calle Hermanos Machado.
Suponía un riesgo evidente para los menores, que juegan en el parque sin preocuparse de los posibles daños o accidentes que puedan sufrir. Obvio.
La madre escribió un tuit al alcalde, que a su vez avisó al concejal encargado (en este caso, Javier Úbeda), y al poco tiempo ya había sido precintado y, posteriormente, arreglado.
En esta ocasión no ha habido que lamentar incidentes, pero el cuidado y mantenimiento de los parques infantiles debe ser minucioso.