No podemos dejar de agradecer los continuos y descomunales errores de APB que tanto facilitan libar sus flores a esta Avispa.
Ahora se jacta Ángel Galindo de renunciar a las tarjetas de estacionamiento de las que dispone el grupo... cuando la dura realidad señala que suele incumplir alegremente las normas básicas de tráfico al aparcar. Igual piensa que su rancio abolengo político otorga el privilegio de ignorar las rasas normas que cumple el populacho...
De manera que sería mejor renunciar, antes que a las tarjetas, a su mal hábito de estacionar en calles peatonales, tanto si va al Pleno como si utiliza para sus nobles costumbres su coche particular.
Debería de aplicarse el Sr. Galindo la moraleja de ese tan socorrido dicho del refranero español, que también sirve para los políticos con RH puro de Boadilla: una cosa es predicar y otra dar trigo.