El único temor de los amarillos era que los visitantes se encerrasen y costase demasiado marcar el primer gol. Los colistas aguantaron siete minutos, hasta que la calidad de la UDRB terminó por imponerse. Los chicos de Juanma Blázquez controlaron el balón constantemente, y consiguieron anotar dos veces más antes del descanso.
En la segunda parte llegó el turno de los juveniles que debutaban y que dejaron muy buena impresión. Continuaron con el buen juego exhibido en la primera mitad, y con el rival cada vez más roto, ampliaron el marcador sin demasiadas dificultades. En poco más de un minuto consiguieron tres goles, a los que sumaron otros cuatro para llegar a la decena al final del partido.