El Tasman Rugby Boadilla certificó la semana pasada su ascenso a la categoría de bronce del rugby español.
El Tasman Rugby Boadilla certificó la semana pasada su ascenso a la categoría de bronce del rugby español tras imponerse al C.D. Hercesa en la eliminatoria definitiva por la promoción.
El Tasman, fundado en 2001 con dos equipos, uno pre-benjamin y otro benjamín, logra de esta manera dar un salto competitivo tras una temporada en la que ha dominado con mano de hierro la Primera División madrileña.
Federico Grand, máximo responsable del Tasman, explica en esta breve entrevista las claves del ascenso a Primera Nacional.
¿En qué se ha basado el éxito de esta temporada?
Se ha basado en el trabajo de los últimos 10 años. Desde que se inicio el club con la Escuela en 2001 con pre-benjamines y benjamines, el objetivo era que esos niños llegaran al primer equipo y crecieran con él. Las camadas del 91, 92, 93 y 94 componen un 80 por ciento del equipo senior. A su vez, los jóvenes –la media de edad del equipo es de 22 años- han estado arropados de veteranos y la incorporación de jugadores que han dado un plus de calidad al equipo. Diría que, sobre todo, es un éxito de la formación y al proyecto de juego.
¿Qué supone el ascenso para el Tasman?
Un cambio de dimensión del club. Cumplir uno de los objetivos de principio de temporada y uno de los objetivos fundacionales del club, que es subir al primer equipo a lo más alto posible. Es un paso muy importante. Desde una filosofía rugbística distinta, basada en la polivalencia del jugador, hemos demostrado que somos válidos para estar arriba y conseguir resultados.
¿De qué filosofía de juego se trata?
Es el estilo de juego. El proyecto de juego es distinto a lo que te puedes encontrar en el resto de los clubes en Madrid. Queremos formar desde jabatos a un jugador polivalente y de gran habilidad técnica que cuando se encuentre en senior no tenga ningún problema de adaptación al ritmo o a las exigencias del contacto. Es un rugby basado en la velocidad y en versatilidad del jugador.
Una vez en Nacional, ¿cuál es el objetivo para la temporada próxima?
Crecer y evolucionar tanto interna como externamente. Dotarnos de una estructura para que este ascenso no sea flor de un día. El Tasman tiene el apoyo del Ayuntamiento de Boadilla del Monte y la cesión de las instalaciones que es un gran patrocinio. La viabilidad del proyecto pasa por no depender de dinero público en estos momentos en los que la inversión pública es inexistente. Debemos crecer en la medida que dispongamos de inversión privada.
¿En qué puede influir para el crecimiento del Club el jugar en esta nueva dimensión?
Jugar en Nacional hará que la masa social vaya en aumento. Siempre le gusta más a la gente ver a un equipo en Nacional que otro en regional. Hay mucha ilusión en Boadilla. Intentamos involucrar a todas las categorías para que arropen al equipo, eso se ha visto en el partido del ascenso, en el que la grada estaba llena.
Así los niños tienen un referente donde intentar jugar de mayores.
Efectivamente. Que el primer equipo esté lo más arriba posible es, además, un mecanismo de defensa. Los jugadores que vayan quemando etapas y que destaquen deportivamente no se verán tan tentados de irse fuera a jugar a mayor nivel. Siempre, el hecho de aumentar el nivel competitivo es positivo.
¿Alguna novedad en la que se esté trabajando para el año que viene?
Novedades, de momento, no. Estamos trabajando para traer entrenadores de calidad que trabajen tanto con el primer equipo como con la cantera y con todo el club. Formación para los educadores de las categorías inferiores, etc. Vamos a disfrutar estas semanas de nacional porque las novedades pueden llegar del Congreso Nacional y de la Asamblea de la FER en las que se decidirá la estructura del rugby nacional para las próximas temporadas.