
Pero, ¿cuál es la causa? Tal vez no hay que cargar todas las culpas en el aire acondicionado solamente ya que la ingesta de bebidas demasiado frías también puede favorecer la aparición de estos síntomas, lo que no hay duda es que la incorrecta utilización del aire acondicionado tiene mucho que ver. Con la llegada del calor, en muchos lugares cerrados es prácticamente imposible sobrellevar las altas temperaturas sin la ayuda de los sistemas de refrigeración, que hacen que las estancias se conviertan en verdaderos oasis, pero es fundamental utilizarlo de manera correcta.
Así, esas temperaturas excesivamente bajas, unido a la sequedad y la contaminación del ambiente en los espacios refrigerados favorece la mayoría de las infecciones respiratorias de los meses de verano. Por ejemplo: ¿cuántas veces ha sentido calor al entrar al coche y ha puesto el aire acondicionado, sometiéndose así a un cambio de temperatura demasiado brusco? Seguramente muchas. Pues bien, este acto, casi reflejo en los automóviles que disponen de sistemas de refrigeración, puede contribuir a ocasionarle resfriados, congestión nasal, tos y sequedad en los ojos.
El problema crece en edificios grandes

¿Cuál es la solución?
Primero, un correcto mantenimiento de los aparatos, ventilar la casa u oficina a diario y mantener una temperatura constante y no demasiado fría, para evitar cambios demasiado extremos: es fundamental climatizar, más que refrigerar. Y, una vez que uno está resfriado, no queda más remedio que acudir al médico de cabecera que, probablemente nos recomendará analgésicos y, sobre todo, evitar los cambios bruscos de temperatura y la exposición directa a la fuente de frío.
Además, vuelve la guerra de todos los veranos a las oficinas. La regulación del aire acondicionado provoca que trabajadores discutan entre sí y unos recomiendan a sus colegas frioleros que se lleven una chaqueta al trabajo.
Absentismo laboral
La mala climatización en los centros de trabajo no sólo es una causa de enfados sino que además es uno de los motivos más importantes del absentismo laboral durante los meses de verano, por ello sería recomendable que las empresas invirtieran en buenos sistemas de aire para evitar bajas laborales.
Lo más adecuado sería que la temperatura media del lugar de trabajo sea de 22 grados centígrados, en la normativa actual (Anexo III del Real Decreto 486/1997 ) dice que en los locales cerrados donde se realicen trabajos sedentarios propios de las oficinas, la temperatura tiene que estar entre 17 y 27 grados centígrados, y que en locales donde se realicen trabajos ligeros estará entre 14 y 25 grados.