Entre los artículos sustraídos destacan joyas, electrodomésticos y coches de lujo que posteriormente vendían a un precio inferior al valorado.
La portavoz de
Martín asegura que los asaltantes entraban a las viviendas forzando puertas o ventanas cuando las casas estaban vacías, además, los criminales no se llevaban todo sino que se dirigían directamente hacia los objetos de mayor valor como joyas.
En el caso de las joyerías, la banda esperaba a que el comercio se vaciara para intimidar a los joyeros con la bayoneta de un fusil Kalashnikov y poder llevarse el botín. Los delincuentes solían cometer entre tres y cuatro robos al día cada cierto tiempo, distribuidos en operaciones de alrededor de un mes de duración en nuestro país.
La Guardia Civil