La especial configuración del municipio y del monte que lo rodea hace que la M-501 sea la única vía de acceso directo de Boadilla a Madrid. De tal manera que, si la obligatoriedad de pago hiciera que muchos vecinos dejaran de circular por ella, se produciría un notable incremento del tráfico en la M-513 para llegar a la M-40. Algo parecido a lo que sucedería en la M-503, a la que se accede desde la M-50. Ya que son las otras dos formas de llegar la capital.
Ambas carreteras son vías de fácil saturación en horas punta y esto causaría un notable perjuicio para los vecinos y trabajadores de Boadilla- entre los que se encuentran los 6.000 ciudadanos de la Ciudad Financiera del Banco de Santander- al ver incrementados notablemente los tiempos de sus desplazamientos.