La Comunidad de Madrid ha otorgado la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) al relicario del monasterio del Santísimo Sacramento de las religiosas Bernardas, en Boadilla del Monte.
La resolución, aprobada hoy por el Consejo de Gobierno, incluye esta colección en la categoría de Bienes Muebles, reconociendo su relevancia histórica y artística.
En una rueda de prensa, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, destacó la singularidad de este relicario, calificándolo como "uno de los escasos ejemplos de relicarios monásticos situados en una estancia específica para exhibir reliquias de santos". Según el consejero, este espacio no solo se destinaba a la exposición de los restos sagrados, sino que también era empleado para la liturgia monástica, una práctica típica de monasterios vinculados a la realeza y a la alta nobleza.
Un conjunto artístico excepcional
El relicario del monasterio se distingue por su notable valor artístico, especialmente por la decoración en madera dorada que recubre sus muros y por el techo pintado en estilo manierista. Algunos estudiosos atribuyen la obra a Juan Gómez de Mora, uno de los arquitectos más importantes del siglo XVII en España.
Este espacio alberga un total de 259 reliquias, así como diversos objetos litúrgicos procedentes de talleres italianos del siglo XVII y de fabricantes madrileños cercanos a la Corte. Entre los elementos más destacados se encuentran el armario-oratorio y el mueble-retablo del altar mayor, considerados piezas de gran interés por su diseño y elaboración.
Fundación del monasterio en el Siglo XVIII
El monasterio del Santísimo Sacramento fue fundado en el año 1615 por Cristóbal de Sandoval y Rojas de la Cerda, primer duque de Uceda, junto a su residencia en la calle Mayor de Madrid. La construcción del relicario parece haber coincidido con los primeros años del convento, como sugieren sus características estilísticas y diversas fuentes documentales.
Con esta declaración, la Comunidad de Madrid busca proteger y conservar este importante patrimonio, garantizando su preservación para futuras generaciones y reconociendo su significancia dentro de la historia del arte y la devoción religiosa en la región.