Boadilla bajará un punto el impuesto de plusvalía para aliviar los efectos de la crisis económica

Boadilla bajará un punto el impuesto de plusvalía para aliviar los efectos de la crisis económica

 

El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha decidido modificar la Ordenanza Fiscal con el fin de reducir el tipo de gravamen del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía) para bajarlo del 25 % al 24 %. La medida responde a la política de reducción de la carga impositiva que desarrolla desde hace años el Consistorio, con el fin de aliviar el impacto que la actual crisis económica está provocando en los bolsillos de los vecinos, especialmente por el incremento de los gastos corrientes en los hogares.

El tipo de gravamen de este impuesto lo fija cada Ayuntamiento, sin que pueda exceder del 30 %. La reducción de un punto porcentual supondrá una disminución en lo que el contribuyente debe pagar de un 4 %, mismo porcentaje que se dejará de ingresar en las arcas municipales. La medida entrará en vigor el próximo año.

La nueva norma contemplará también la eliminación de la cuota mínima de 50 euros fijada hasta ahora, de modo que para las liquidaciones que resultan negativas o no estén sometidas a tributación no se tendrá que pagar esta cuota.

Respecto al sistema de gestión del tributo, el Ayuntamiento facilitará un impreso normalizado para aquellos que deban solventar el trámite con una declaración responsable al no estar sujetos al pago de plusvalía por no haber incremento del valor.

En el caso de transmisión a causa de fallecimiento, Boadilla ya aplica la máxima bonificación de la cuota de la plusvalía (95%).

No es la primera vez que este impuesto es modificado en los últimos años. Si bien esta bajada compete al ámbito municipal, a raíz de una sentencia del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucionales los artículos de la Ley de Haciendas Locales que regulaban la tributación en los supuestos en los que no había incremento de valor en los bienes de naturaleza urbana, los ayuntamientos tuvieron que adaptar su normativa para cumplir con esta exención. La medida supone un alivio económico para muchos vecinos, pero una importante merma en la recaudación municipal por este concepto.

La menor presión fiscal de España

Según los datos sobre competitividad fiscal municipal recientemente publicados por el Instituto de Estudios Económicos, Boadilla del Monte es el municipio de España de más de 50.000 habitantes en el que se pagan menos impuestos. El ranking está elaborado analizando los tipos impositivos que fijan las ordenanzas municipales para impuestos como el IBI, el IAE, el ICIO, el impuesto de vehículos, la plusvalía y las tasas municipales (basura, vados, uso de espacios públicos…).

En este sentido, Boadilla tiene la mayor parte de los impuestos al mínimo legal permitido y sobre ese importe se aplican importantes bonificaciones, como en el caso del IBI. Por su parte, las tasas de basura y vado son inexistentes.

El alcalde de Boadilla, Javier Úbeda, defiende un tratamiento fiscal que responde a la idea de que el dinero debe estar en manos de los vecinos y no de las administraciones porque de este modo aumentan el consumo y la puesta en marcha de nuevas iniciativas, lo que activa la economía. No obstante, en el caso de Boadilla se da la paradoja de que siendo el ayuntamiento que menos impuestos cobra, es también el que más gasta por hogar, entre los municipios de España de entre 50.000 y 200.000 habitantes, según el análisis de las liquidaciones presupuestarias de 2018 a 2021 que realizó el diario El País.

“En la medida de lo posible, los gobiernos del Partido Popular intentamos aliviar la presión fiscal que sufren los contribuyentes, más en un momento como el que estamos viviendo, con la inflación disparada y ante un previsible panorama de un nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, que volverá a aumentar la fiscalidad”, ha expresado el Alcalde.

Úbeda ha explicado, además, cómo, por ejemplo, una medida aplicada por el Gobierno de España, la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, trae consigo una presión fiscal de más de 1500 millones de euros. “Al final son los vecinos los que tienen que pagar; en base a esta ley, a partir de 2025 los ayuntamientos estamos obligados a cobrar una nueva tasa por recogida de residuos”.

“La bajada de impuestos fue un compromiso adquirido por Isabel Díaz Ayuso en su discurso de investidura y un compromiso que yo también asumo, en esa misma línea, como Alcalde”, ha concluido.

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