50.000 euros al año nos cuesta a los vecinos de Boadilla del Monte que la brigada anti grafitis del servicio de limpieza municipal quite las desagradables pintadas de nuestras calles.
¿Es un dinero bien invertido? Si. ¿Me cabrea que tengamos que destinar tal cantidad de dinero y recursos humanos a quitar las cutres, deplorables y más que dudosas expresiones artísticas de los malcriados jóvenes de la localidad? También, si.
Creo que este servicio se podría reforzar. Que sean los grafiteros los que hagan el trabajo de quitar sus "obras" y además sean los que pagen el material empleado, ¿no creen que sería una magnífica y educativa idea?
Señales de tráfico, registros de agua, luz y gas, fachadas, puentes, aceras y casetas de obra sufren cada día los trazos de spray y rotuladores de los jóvenes que no respetan lo que es de todos. Las sanciones que el Ayuntamiento impone por la realización de grafitis van de 300 a 3000 euros. Es responsabilidad de todos trabajar para que estas no se produzcan, educando en casa y denunciando a los infractores. Cuidemos nuestra ciudad entre todos.
