En total se han visitado casi 30 establecimientos en los que se han testado aspectos como el aforo máximo, la distancia de seguridad entre mesas y sillas, el uso de mascarillas, que el local disponga de gel hidroalcohólico para los clientes o la correcta limpieza y desinfección del equipamiento y del local. Además se ha hecho inspección de las condiciones higiénico sanitarias de las distintas dependencias (cocinas, baños, almacenes, etc).
Los propietarios de los bares y restaurantes inspeccionados disponen ahora de un plazo para subsanar las deficiencias que, en su caso, se hayan detectado. La orden reguladora de la Comunidad de Madrid (Orden 668/2020) atribuye a los servicios de inspección municipales, según el sector de actividad, la vigilancia del cumplimiento de las medidas preventivas recogidas en la misma.