Madrid sigue sin poder recuperar los niveles de afluencia a los templos durante la nueva normalidad

Madrid sigue sin poder recuperar los niveles de afluencia a los templos durante la nueva normalidad

Durante los meses más duros del confinamiento decretados a partir de marzo para tratar de contener la pandemia global de la COVID-19, no fue posible acudir a misas ni a otros oficios religiosos en toda España ni, prácticamente, en todo el resto del Europa. Sin embargo, el fin del confinamiento y la instauración de la nueva normalidad prometían una recuperación de los niveles de afluencia a los templos que, sencillamente, todavía está lejos de llegar. Las razones son diversas y varían en función de las diferentes regiones del país, pero todas ellas responden al riesgo de contagio y a las medidas de contención del virus que aún estamos teniendo que mantener durante estos meses, y hasta que termine de desarrollarse una vacuna eficaz contra el virus.

Menos ingresos para los templos

La menor afluencia a los templos y los centros de oración tiene una consecuencia directa en sus ingresos directos. Las donaciones que se realizan normalmente durante las misas y otras celebraciones brillan por su ausencia, en parte a causa de la reducción drástica de la afluencia a las iglesias, y en parte debido a la mayor incertidumbre económica de las personas que acuden a ellas. Con decenas de miles de comercios cerrados o en quiebra en todo el país a causa de la pandemia y casi un millón de trabajadores aún en ERTE, a muchas personas les resulta impensable considerar la posibilidad de realizar una donación en un templo, por más que sea válida incluso la más pequeña. Esto no afecta tanto a los centros de oración en las grandes ciudades, pero está causando serios problemas en las áreas rurales donde el mantenimiento arquitectónico de las iglesias depende en buena medida de las donaciones de sus fieles locales.

La oración se traslada al hogar

Paralelamente, la gran mayoría de los fieles que no pueden acudir a los templos durante estos meses, o que prefieren no hacerlo aún por la posibilidad de contagio, han optado por trasladar sus momentos de oración a la intimidad del hogar para poder seguir conectados con lo divino. Recordemos que no es necesaria la asistencia a un templo para orar ni para ser buenos cristianos, por lo que se trata de una forma de ejercer la fe igualmente válida. Para asistir a las personas creyentes que se encuentran en estas circunstancias, la distribuidora de productos religiosos Holyart ha decidido abrir su catálogo a los clientes particulares para que también ellos puedan tener acceso a toda una serie de artículos para el rezo como crucifijos, rosarios, medallones velas, inciensos o estampas.

Amplia experiencia con las mejores iglesias

Holyart es una plataforma italiana de producción y distribución de productos religiosos que trabaja normalmente con cientos de iglesias en Italia y España. Cuentan con un amplio catálogo de productos religiosos destinados a la liturgia y a la decoración de iglesias como casullas, crucifijos, cálices, incensarios o figuras de vírgenes, y se precia de que todos sus productos han sido elaborados artesanalmente por los mejores especialistas de Italia. Para poder asistir a las personas que se encuentran en una situación de oración domiciliaria, Holyart cuenta con envíos a domicilio disponibles en toda España y se encarga de que cada producto enviado esté completamente desinfectado y debidamente embalado para prevenir cualquier tipo de contagio a causa de la COVID-19

Accesorios para la peregrinación

En Holyart también pueden encontrarse algunos accesorios para las peregrinaciones cristianas, si bien durante este año es probable que no puedan realizarse adecuadamente. Rutas de peregrinación tradicionales como el Camino de Santiago están sufriendo con unos índices de afluencia muy reducidos, en ocasiones por debajo del 10% de lo habitual en estas fechas, lo que afecta no solo al porcentaje de alojamiento en los albergues sino, también, a la asistencia a los templos repartidos a lo largo del camino. La escasa asistencia ha hecho que muchos de estos centros permanezcan con sus puertas cerradas a la espera de un momento más propicio o de una evolución favorable de la pandemia, con lo que es probable que sea mejor esperar a 2021 para peregrinar.

Un problema global

Las dificultades a la hora de expresar la fe están siendo un problema que se reproduce de igual forma en diferentes lugares del mundo, y no solo en la fe cristiana. Cientos de miles de templos budistas o hinduistas, así como innumerables mezquitas y sinagogas, han tenido que permanecer con sus puertas cerradas o han debido implementar estrictas medidas de control de afluencia y de distancia social en sus instalaciones para prevenir el avance de la pandemia. Actualmente la situación está siendo especialmente difícil en la India, donde el número de nuevos contagiados por la COVID-19 está en torno a los 100.000 diarios.

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