Durante el pleno municipal celebrado el pasado 21 de febrero Vox Boadilla fue el único partido que votó en contra de la propuesta del grupo municipal del PSOE para la instalación de una placa en recuerdo a los vecinos de Boadilla del Monte que sufrieron el exilio y el internamiento en campos de concentración, habilitando para ello un lugar preferente del municipio donde instalarlo.
Desde Vox han asegurado en comunicado que “la Transición española supuso la reconciliación definitiva de las dos Españas que se enfrentaron en la guerra civil. A los españoles de la Transición les unía un gran anhelo de vivir en paz y apostar por un futuro en común y convivencia. Sin embargo, desde Zapatero y su Ley de Memoria Histórica, no han faltado intentos de volver a enfrentar a los españoles por estas viejas y superadas rencillas. No han faltado intentos de construir una historia de buenos y malos, que nada se parece a la realidad. Y si no conocemos realmente lo que pasó, corremos el peligro de caer en los mismos errores que produjeron tan nefastas consecuencia”, han aseverado desde Vox.
El partido ha justificado su voto en contra explicando asegurando que “en ningún momento se presentó lista acreditada de los vecinos a los que se trata de homenajear ni los motivos por los que tuvieron que abandonar España. Algunos de los exiliados españoles sufrieron también los efectos de la II Guerra Mundial y de la ocupación de Francia por parte de los nazis en 1940”.
Durante su intervención, el concejal de Vox Francisco Manuel Boza, leyó un texto del libro ‘Boadilla del Monte. Un Pueblo con historia’, del cronista local Patricio Fernández Sánchez. En el que se cuenta que Boadilla fue uno de los lugares de fusilamiento y asesinato de las checas de Madrid durante “el terror rojo”, desde agosto de 1936 y hasta la primavera de 1937.
El concejal recordó que entre los cientos de asesinados en Boadilla durante esos meses se encuentran los doce religiosos beatificados por Juan Pablo II en 1992, que atendían a los enfermos del hospital de epilépticos pobres de Carabanchel.
Francisco Manuel Boza finalizó su intervención recordado a los mártires de Boadilla, Miguel Talavera, Benjamín Sanz y Melitón Morán, cuyo proceso de beatificación ya superó la fase diocesana y se encuentra en la actualidad en Roma. “Personas inocentes, vecinos de Boadilla, que fueron asesinadas por sus creencias religiosas y que murieron perdonando a sus verdugos. Pero que por desgracia no cuentan aún con monumento alguno que recuerde su sacrificio en nuestro municipio”, aseveró el concejal de Vox.