Los jóvenes siempre suelen ser los protagonistas para mal de las fiestas y los olvidados por los organizadores de las mismas. Buscarse la vida para hacer botellón y "liarla" pasa a ser su principal objetivo para lograr la diversión.
Es difícil encontrar una propuesta alternativa de ocio menos destructiva y más saludable para que los "pubertos" decidan dejar las botellas de alcohol baratas del chino a un lado y piensen únicamente en disfrutar con la compañía de unos y de otros.
Por eso, aunque dudo que la zona que habilitará el Ayuntamiento de Boadilla para la gente joven se divierta escuchando música sin alcohol vaya a ser un reclamo para los jóvenes del municipio, si aplaudo la iniciativa como un paso más hacia la sensatez.
Lo visto en otras fiestas, como en el caso de Majadahonda, es una autentica vergüenza. Policías entregando en la entrada del recinto ferial a los jóvenes, muchos menores de edad, botellas de plástico para que puedan disfrutar del alcohol sin el peligro de abrirse la cabeza a botellazos es para ponerse a temblar.
