El Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, las nuevas instalaciones deportivas BeOne de Boadilla del Monte acompañado del Alcalde de la localidad, Antonio González Terol.
El nuevo centro disponte de 700 metros cuadrados de sala fitness con maquinaria de última generación, seis salas de actividades dirigidas, dos piscinas, spa, un pabellón polideportivo, cuatro pistas de pádel, una zona de cross y una oferta de 250 clases a la semana.
Durante la inauguración, el ministro y el primer edil han recorrido las instalaciones del complejo, que cuenta además con diferentes espacios y actividades destinadas a los niños, un área de salud con servicio de fisioterapia y un total de 140 plazas de aparcamiento.
El nuevo centro deportivo se trata de una cesión administrativa que, según ha explicado Antonio González Terol, "la empresa privada ha realizado una importante inversión para la explotación de este centro que está ubicado en suelo público".
Terol ha explicado que cuando llegó a la alcaldía en 2001 el polideportivo estaba en desuso, y ha considerado que la inauguración supone "pasar página y escribir un nuevo capítulo transparente y limpio". El Alcalde también ha mostrado su satisfacción ya que ya se han apuntado más de 1.700 vecinos.
Once años han transcurrido hasta que el proyecto ha salido a la luz. Diferentes incumplimientos de los plazos por parte de la empresa Trapsa, que en 2005 fue la adjudicataria de la construcción del centro, son la causa principal. El plazo de ejecución de la obra era de 14 meses, que empezaban a contar en octubre de 2006. Trapsa podría explotar la infraestructura durante cincuenta años.
Entonces la compañía no cumplió y en 2010 el Gobierno municipal le impuso una sanción de casi 400.000 euros. Tras la sanción, ambas partes pactaron fraccionar el pago de la sanción y continuar con la obra, pero no se cumplió ninguno de los dos puntos.
Seis años más tarde el proyecto pasó a otra empresa. Trapsa transfirió su actividad a la mercantil Fitness Boadilla, que volvió a incumplir las obligaciones marcadas en el contrato, y en 2014 la compañía se declaró en concurso de acreedores.
El pasado mes de octubre, el Administrador concursal comunicó al Consistorio la aprobación definitiva del Plan de Liquidación y su propuesta de ceder a un tercero el contrato de concesión a lo que el Ayuntamiento accedió.