El Grupo Municipal Ciudadanos ha decidido renunciar, un año más, a las tarjetas de aparcamiento que les facilita el Ayuntamiento para poder estacionar en toda la zona azul de Boadilla.
Se puede interpretar como un gesto de austeridad, una estrategia política o simple populismo, pero esas tarjetas también pueden ser una herramienta de trabajo que permita a los concejales moverse de forma más ágil por el municipio y desempeñar mejor su labor. Todo depende del punto de vista.
Sin más, un gesto de la formación naranja que puede interpretarse de muchas formas y que ya realiza Alternativa por Boadilla desde la pasada legislatura. Eso si, espero que no hagan como el señor Galindo que después de renunciar a la tarjeta aparcaba en zona prohibida sin ningún problema (ver) o era cazado sin poner el ticket (ver).