Durante el Pleno celebrado el pasado viernes, el grupo municipal Alternativa por Boadilla presentó una moción, que fue apoyada por el PSOE, en la que se solicitaba al Gobierno Municipal a que "el Ayuntamiento se comprometa a no promover actos institucionales de carácter religioso".
La moción también exigía que "las autoridades locales y personal de la Administración Municipal no muestren en el ejercicio de su cargo ni de sus funciones sumisión o veneración de personas o imágenes religiosas" y que "el Ayuntamiento se comprometa a que en los espacios municipales no exista simbología religiosa". También pedía a la Corporación Municipal que "no se encomiende a santoral, imágenes y rituales religiosos".
Además, el Grupo Municipal Socialista pidió durante el debate de la moción que las Hermandades de la localidad no pudieran optar a la convocatoria anual de ayudas y subvenciones a las que puede acceder cualquier asociación del municipio.
La moción, que no fue aprobada gracias a los votos en contra del Grupo Municipal Popular, fue duramente criticada por el alcalde de la localidad, Antonio González Terol, que dejó clara su intención de continuar asistiendo a todas las procesiones y actos religiosos a las que sea invitado.
El portavoz del Grupo Popular, Raimundo Herráiz, explico durante su réplica de la la Constitución Española recoge expresamente el carácter aconfesional del Estado Español, que debe manifestarse en su carácter neutral frente al hecho religioso.
Herráiz afirmó en su intervención que "la diferencia entre un Estado laico y otro aconfesional es que el primero pretende excluir del espacio público las manifestaciones religiosas mientras que el segundo muestra su neutralidad respecto a la expresión de las distintas religiones", destacó.
"Los vecinos de Boadilla - continuó Herráiz - tienen pleno derecho a manifestar sus creencias religiosas tanto en los espacios privados como públicos porque la libertad religiosa es un derecho constitucional y tienen derecho también a invitar a sus actos, si así lo desean, a la Corporación Municipal en su calidad de representantes públicos de todos los vecinos".
Por último, Herráiz también incidió en que "el derecho a la libertad religiosa es un derecho vacío si el mismo sólo puede ejercerse en el ámbito privado", en que "erradicar de forma totalitaria el hecho religioso del espacio público sería un atentado contra nuestras tradiciones y el atractivo turístico de España, como así demuestra la Semana Santa, y en que "es una auténtica barbaridad lo que se solicita porque es un secuestro de la conciencia de los trabajadores municipales, que deben poder trabajar con simbología religiosa si así lo desean y acudir a dónde consideren oportuno mientras respeten los valores constitucionales".