Estamos a 23 de noviembre y ya ha llovido bastante desde que acabaron las fiestas de Nuestra Señora del Rosario.
Y es que en Boadilla quedan algunos restos que recuerdan, aunque no de forma muy conveniente, estas fiestas.
Sobre la valla del descampado situado al lado de la Plaza de la Villa, entre las calles José Antonio y Barranco Amarillo hay una barbacoa con sus cenizas y todo como recuerdo de las pancetazas que tuvieron lugar esos días.
No se a quién pertenece esa parrilla, si a una Peña o a un bar, lo que si sé es que ya huele un poco y que el responsable podría hacer el esfuerzo de quitarlo.
Es muy desagradable pasearse por esa plaza y encontrarse el pastelón ese ahí.