Antonio González Terol ha sido un alcalde atento, cercano y buen comunicador. Y el que siembra acaba recogiendo. El reelegido alcalde ha cosechado para el PP de Boadilla unos resultados espectaculares. Los populares suben en porcentaje de voto (del 52,18% al 54,77%), en número de votos (de 11.352 a 12.728) y en concejales, de 12 a 13.
El resto de formaciones, a excepción de Ciudadanos que irrumpe en el Consistorio como segunda fuerza política con 3 concejales e IU que ha logrado colar un concejal, pierden. APB ha perdido la mitad de concejales (de 4 a 2) y 1.142 votos, el PSOE un concejal (pasa de 3 a 2) y 1.248 votos y UPyD ha perdido los dos que tenía y la friolera de 1.514 votos.
Antonio González Terol no planteó en la campaña grandes promesas. Terol puso encima de la mesa la gestión y los logros realizados en la legislatura 2011-2015 y ha sido más que suficiente para volverse a ganar a unos vecinos que conoce y le conocen a la perfección.
Si Ciudadanos y Vox no hubieran aparecido en el mapa político boadillense estaríamos analizando un resultado más abrumador que el del 24-M. El PP de Boadilla con Terol a la cabeza no tiene techo si continua con el mismo método de trabajo y apuesta por el puerta a puerta de cuatro años como ha hecho hasta ahora.
González Terol era un valor en alza en el PP no solo a nivel regional, sino nacional. Los resultados de este domingo le colocan como uno de los 'salvadores' de una formación a la que estas elecciones le han pasado factura, una factura que puede tener mayor coste en las elecciones generales. Salvo que valores como Terol lo impidan.