Lamenta una vecina de Boadilla en Facebook que los orificios de los contenedores destinados para reciclar envases son muy estrechos. Lo son y deberían cambiarse. Es más, deberían estar soterrados.
El Ayuntamiento de Boadilla asegura que la razón de la estrechez es que se fomenta el reciclaje al hacer más difícil introducir bolsas con residuos no destinados al contenedor específico. Aseguran también que es lo que se está haciendo en el resto de España.
No nos convence. Parto de la base de que hay y habrá vecinos incivilizados que aunque el agujero del contenedor tenga el diámetro de una rueda de triciclo seguirán reciclando mal (es decir, no reciclando) deliberadamente.
La clave sería dar incentivar el reciclado no sólo vía satisfacción personal y contribución al medio ambiente, sino vía tasas e impuestos. Que reciclar tenga un valor añadido.
