Don Julio Rodrigo es una institución en Boadilla. Se lo ha ganado. El párroco de la iglesia de San Cristóbal es una persona cercana -se mojó literalmente en la campaña del ELA- y pertenece a la rara especie de los críticos constructivos.
Julio Rodrigo lamenta en un escrito en este medio que Boadilla del Monte no puede disfrutar, de momento, de una Semana Santa de altura. Es cierto, y él se ofrece para dar la vuelta a la situación: "Yo estoy dispuesto a colaborar y animar cualquier iniciativa que surja en este sentido".
Que la situación se revierta solo está en manos de los boadillenses. Yo creo que en poco tiempo, al menos una procesión recorrerá el casco histórico de Boadilla en Semana Santa. Es una intuición a la par que una esperanza.
