Como en todo enfrentamiento interno, las 'puñaladas' más o menos intencionadas afloran. Y UPyD Boadilla no ha sido una excepción. En época electoral renacen las gargantas profundas. En realidad siempre están presentes pero en letargo. Es cuando se vislumbran las urnas cuando recargan su energía.
Me confirma mi fuente magenta que Samuel Tejado no ha realizado una campaña limpia. Ninguna campaña lo es, pero él ha roto el listón. Ha llegado irrumpiendo, como un elefante en una cacharrería que se suele decir, echando por tierra el trabajo realizado por la agrupación durante estos cuatro años. "Echando pestes Avispa, yo alucinaba como alguien sin conocernos podía leernos la cartilla de esa manera".
Hay que reconocer que Samuel Tejado tiene suerte. No vive en Boadilla, no conoce el día a día del municipio, su carta de presentación fue 'viviré en Boadilla cuando sea Alcalde', pero... Pero llega con la fuerza del aparato. De Ramón Marcos, el que hace y deshace en UPyD Madrid casi desde el origen de sus tiempos en UPyD, no en el PSOE y Ciudadanos donde militó antes de abrazar a Rosa Díez. Y otra ventaja más, ha topado con un rival en las primarias, Antonio Guijarro, que no ha querido hacer ruido y ha apostado por unir y no 'enmierdar' más el proceso.
UPyD Boadilla la forman 26 afiliados. A cualquiera de los dos candidatos les bastan 14 votos para tomar el mando. Las sugerencias -léase chantaje- han quedado claras desde el día en que se convocaron las primarias. "Samuel es el candidato de la dirección, si quieres ir en la lista o tener opción a uno de los cargos de confianza del Ayuntamiento ya sabes al candidato que tienes que votar".
En Pozuelo de Alarcón a Ramón Marcos le salió el tiro por la culata. Ganó José Antonio Rueda. Loreto Ruiz de Alda le disputó las primarias y salió escaldada. Es verdad que allí votaban más (poco más de medio centenar) y es verdad que UPyD se ha hecho notar más en Pozuelo. Pero los afiliados fueron valientes y no se plegaron a los designios de la dirección de UPyD en Madrid y cortaron las cuerdas del paracaídas.
Por cierto, en Pozuelo ganó quien no quería Ramón Marcos y la semana que viene van a recorrer juntos el municipio. Marcos y Rueda, como si nada hubiera pasado. "Yo voy a votar con conciencia y con rebeldía Avispa, estoy harto que me digan lo que tengo que hacer; y qué narices, el voto es secreto". Mi fuente lo tiene claro. Faltan otra veintena.