Lola Arroyo: “Los vecinos de Boadilla que estén más serenos serán más felices”

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Lola Arroyo ha presentado recientemente en Boadilla una 'Guía para gestionar el tiempo'. Diario de Boadilla ha hablado con ella para revelar cuáles son las claves para evitar el exceso de estrés, saber gestionar el tiempo y ser felices.

En Boadilla ha impartido dos cursos relacionados con su campo de estudio.

Uno de gestión del tiempo con inteligencia emocional, en el que hemos trabajado con gestión de estrés, ansiedad, ira, y cómo procurar emociones positivas. El último ha sido de gestión del tiempo con programación neurolingüística.

¿Cómo han recibido los vecinos de Boadilla estos cursos?

Por las valoraciones que hemos tenido, lo han recibido muy bien. En este último han sido 24 personas de edades desde 22 años hasta 81. Teníamos muy pocas personas desempleadas. El 85% eran mujeres y el 15% hombres. Pero yo lo achaco a que el programa partía de la Concejalía de Mujer. Entonces, posibles varones a los que les interesase, no lo tenían muy visible.

En otros programas que imparto asisten muchos hombres. Cuando impartes formación, la inteligencia emocional interesa más a las mujeres. Casi siempre son generalizaciones, pero en el caso de los varones les interesa mucho gestionar bien su tiempo, y dominar herramientas concretas que les van a servir en muchas habilidades. Les interesa, más que reflexionar, adquirir herramientas concretas. Son más pragmáticos, por lo general.

¿Cómo está siendo la acogida de la 'Guía para gestionar el tiempo'?

Además de los 1.000 ejemplares que se han repartido en distintos centros, creo que está teniendo mucho éxito.

¿Tiene algún nuevo proyecto en mente con Boadilla?

Estoy pendiente de ampliar la guía, porque hay muchas cosas que se han quedado en el tintero, y estamos preparando algunos otros programas de gestión de estrés. Esta última etapa del año es más tranquila a nivel de formación. Para primeros de 2015 sí tenemos algún proyecto que están preparando desde el Ayuntamiento.

Hablando en líneas generales, ¿en qué consiste el famoso 'coaching'?

La diferencia entre un 'coach' y un terapeuta es que mientras que en terapia se trabaja con personas que tienen un cierto problema, en 'coaching' trabajas para que la persona consiga un objetivo fijado. Partes de una situación inicial, y haces un análisis del punto de partida y de las carencias, fortalezas y oportunidades de la persona. Visualizas el estado al que quiere llegar, y luego se establece una relación de acompañamiento en la que el 'coach' acompaña al 'coachee', el enseñado, por una serie de pasos hasta que logra su objetivo. Son evidencias de proceso. Según va consiguiendo la persona pequeñas metas se va motivando.

¿Qué hábitos cree que deberíamos cambiar para gestionar el tiempo?

No gestionamos bien el tiempo. Yo tengo formación en programación neurolingüística e inteligencia emocional. Los españoles tenemos creencias muy potentes que nos hacen perder mucho el tiempo. Por ejemplo, cuando más tiempo dediques a una tarea, mejor va a estar. O que tienes que hacerlo todo muy bien. Esto, en muchos casos, nos lleva a uno de los ladrones del tiempo, el perfeccionismo.

Se sabe que tienes que tener muy claro qué grado de desempeño y perfección necesitas para cada tarea. Lo más importante es que a partir de cierto tiempo, el exceso de tiempo dedicado es innecesario. Aunque hablar de españoles es una generalización, un defecto que tenemos es la impuntualidad. Todos estamos rodeados de personas muy impuntuales que juegan con un trozo de nuestra vida. Si te roban 50 euros es un delito, pero si yo te hago esperar media hora no está penalizado, y eso es más valioso porque es un trozo de tu vida.

Otra creencia muy importante es que hay que quedar muy bien con todo el mundo, que hay que buscar la aceptación de cualquiera, y por eso nos cuesta mucho decir que no. Cuando trabajas con personas fuera de España te das cuenta de que son más asertivas y de que saben marcar sus límites. Aquí, el no saber marcar esos límites hace que nos quedemos a trabajar tres horas más, o que accedamos a una reunión convocada a bote pronto y sin que esté preparada. Tampoco sabemos delegar.

¿Quiénes gestionan mejor el tiempo, hombres o mujeres?

No me gusta hablar de temas de género, pero, por lo general, las mujeres pretenden que su tiempo sea multirrol, porque para ella hay muchos roles importantes en su vida. Las mujeres consideran que si vida es satisfactoria si cubren una serie de áreas que para ellas son muy importantes. Por eso en el área del tiempo está la escala de valores. Para ellas, su tiempo tiene que ser valioso en su realización personal o profesional, en su familia, etc. Gestionan muy bien el tiempo. Si lo comparas con los hombres, que premian más sus roles profesionales, ellas siempre tienen la sensación de que están carentes de tiempo, porque cubren más roles.

¿El rol de las mujeres en la conciliación de la vida laboral y personal está igual de avanzado que el de los hombres?

Eso es un proceso que va calando en la sociedad poco a poco. Cuanta más formación tiene las parejas, hay más conciliación. Poco a poco creo que sí se está conciliando. La prueba está en que ahora hay muchos jóvenes de 30 años que están muy implicados en la crianza de los hijos, en no tener trabajos que se alarguen mucho para llegar pronto y ayudarles con sus deberes, etc. Eso antes era impensable. Poco a poco se van adquiriendo más niveles de conciliación, pero sigue siendo una tarea pendiente.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La definición que dan es que es la capacidad de percibir, utilizar, comprender y gestionar las emociones en uno mismo y en los demás. Dentro de esta definición, lo más importante es que puedes aprender qué de positivo tienen tus emociones, que no se pueden evitar.

Lo que te enseña la inteligencia emocional es qué hacer con esa información que te aportan. Una vez que encuentras la utilidad positiva de lo que te pasa, de ahí que lo primero sea percibir las emociones, y qué información te dan, ya lo puedes gestionar. Por ejemplo, la emoción del miedo la tenemos cuando necesitamos protección. Si los humanos no hubieran sentido miedo nos habría comido el león, no habríamos aprendido a generar barreras de defensa. El que tú sepas que necesitas seguridad es lo que te lleva a buscar soluciones para afrontar esas posibles amenazas.

En el caso de la ira, cuando estás muy enfadado, esa emoción te está diciendo que tus límites han sido violados. Que tú sepas eso te va a ayudar a marcar los límites. Cada emoción negativa te transmite algo positivo. Las emociones no son ni buenas ni malas, son informaciones. Nada es bueno o malo en sí mismo. Todas son buenas, lo que hay que saber es leerlas, y eso es muy importante para gestionar el tiempo.

¿Hay alguna etapa en la vida de las personas en las que se desarrolle más la inteligencia emocional?

En principio, estamos programados para tener esa inteligencia emocional y para aprender a utilizarla. Uno de los temas que están de actualidad es la programación neurolingüística, que te dice que aprendemos de la realidad a través de los sentidos. Esa información que aprendemos la archivamos mentalmente en forma de programas. Si hemos tenido una educación adecuada en la que las emociones se han validado, vamos adquiriendo inteligencia emocional de serie.

Vamos teniendo aprendizajes, y siendo emocionalmente más inteligentes. Pero hay entornos que no lo propician. La ventaja frente a la inteligencia racional es que la emocional la puedes desarrollar en cualquier edad de tu vida. Puedes aprender a desarrollar y gestionar estrategias de regulación emocional.

¿Las nuevas tecnologías anulan las emociones?

Vivimos en sistemas humanos. El gran problema de ahora es a nivel de relaciones humanas, hay mayor aislamiento de los individuos. El problema de las nuevas tecnologías es que se está perdiendo la proximidad y el contacto humano. Con un emoticono no puedo transmitir la misma información que con mis palabras o mirándote. Ahora hay muchísimos estudios que relacionan que tu sistema inmunológico responde a la proximidad y contacto físico con otros. En un estudio importante que se hizo en la alemania nazi separaron a algunos niños para ver cómo se relacionaban sin ningún contacto humano. Al cabo de un tiempo, todos estos niños murieron. Fallecieron porque su sistema inmune se suprimió por falta de contacto.

Los niños más abrazados y que tienen un grupo familiar más grande son más fuertes inmunológicamente, y con los ancianos pasa lo mismo. Se dice que la felicidad se compone de dos partes: las emociones positivas (alegría, afecto, confianza, sentirse querido, reconocido, etc.) y otra parte muy importante, la eudaemonia, que es la parte de sentido vital. Si tienes muchas emociones positivas y si consideras que tu vida tiene sentido, serás feliz. Esas dos partes se sabe que están implicadas con la felicidad.

¿Cuál es el límite en el que el estrés pasa a ser perjudicial?

El estrés es un mecanismo de activación. La primera persona que trabajó con estrés, con personas que habían estado en guerras y que tenían estrés postraumático, dijo que el estrés no era ni bueno ni malo, que el estrés era vida y la vida era estrés. Cuando nos enfrentamos a algo nuevo se produce estrés, uy eso en sí es bueno. Cuando hay un cambio, te activas, pero cuando tu mente se programa como si todas las situaciones son amenazantes, ahí empieza el problema.

Eso se puede producir en temas laborales, con el famoso 'mobbing'. Si tú consideras que cada día de tu vida es amenazante, tu sistema está en alerta permanente. Esa alerta produce una situación de agotamiento, todo tu sistema nervioso está alerta. Esto lleva a estados de resistencia, y eso es muy perjudicial. Acabas teniendo problemas de sueño, diabetes, migrañas, herpes, soriasis, trastornos gastrointestinales, etc. Eso es porque tu mente detecta una amenaza, cuando debería aprender a gestionar todo eso. Es la fase de estrés crónico.

¿Qué consejos daría a los vecinos de Boadilla para ser más felices?

Estamos inmersos en una vorágine de asuntos continuos. Nos falta tiempo para la serenidad. Ahora estoy metida en un programa que se edita desde la universidad de Massachussets, un programa de reducción de estrés basado en 'mindfullness', o atención plena. Eso es en sí mismo un antiestrés.

Los estados que nos producen mayor malestar son los relacionados con la culpa o la anticipación. En el 'aquí' y en el 'ahora' no hay ni culpa ni ansiedad, porque estás centrado en lo que haces cada momento. Estás disfrutando lo que haces en el momento.

Dedicar tiempo a la serenidad y a estar en lo que estás es una de las claves principales para ser feliz. La acción es muy adictiva, porque nos da un resultado inmediato. Sin embargo, las cosas importantes de nuestra vida, necesitan poca acción y mucha reflexión. Por lo tanto, los vecinos de Boadilla que estén más serenos serán más felices.

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