El hallazgo de una enorme cabaña vinculada a otra menor apoya la tesis de los arqueólogos que están trabajando en Boadilla del Monte
Al hallazgo de la Ermita de San Babiles y de la necrópolis visigoda, fechada entre los siglos VI al VIII -con un sorprendente enterramiento que incluía una esquela romana reutilizada- se están añadiendo indicios de restos de viviendas asociadas al cementerio.
En concreto, se han identificado las huellas de una cabaña de época visigoda, que posiblemente estaría asociada a otra estructura mayor, pero de similares características, con planta ovalada y delimitada por varios orificios de poste de gran tamaño y de zanjas perpendiculares. La estructura debió de pertenecer a una gran estancia destinada a albergar las reuniones de los habitantes de la zona, presidida por una entidad o personaje con gran influencia en el territorio circundante.
Este hallazgo le otorga a la Ermita de San Babilés una importancia relevante como centro de poder del territorio más cercano. Estas áreas solían estar localizadas en un lugar visible desde multitud de puntos, con una Iglesia y un cementerio que aglutinaban el poder social y religioso de la zona, representado por un personaje de gran relevancia y carisma que conseguía aunar las voluntades de sus convecinos, germen del futuro poder político.
En San Babilés se conjugan todos estos elementos, pero falta por identificar el posible templo visigodo, que podría encontrarse bajo los restos de la iglesia del siglo XII-XIII ya identificada. Por ello, el equipo arqueológico comenzó esta semana a ajustar los datos de la tomografía realizada en la primavera de este año.