San Babilés, patrón de Boadilla, fue un obispo navarro torturado y decapitado por los sarracenos en el siglo VIII en el municipio.
Un nuevo hallazgo arqueológico en Boadilla del Monte ha despertado la curiosidad de los vecinos del municipio madrileño. Los arqueólogos han hallado una tumba cubierta con una losa de granito en el Cerro de la Ermita de San Babilés, que podría contener los restos mortales del patrón de Boadilla y de 80 niños que fueron asesinados con él. A raíz de este descubrimiento, a los vecinos de Boadilla se les ha despertado la curiosidad por saber quién fue su patrón, San Babilés, y la historia que le rodea.
San Babilés fue un obispo, de origen navarro, que predijo la ruina de España como consecuencia de los actos de pecado de los hombres. Cuando en el año 711 los árabes tomaron Pamplona, San Babilés logró escapar a Toledo, donde vivió un tiempo. Posteriormente se trasladó a una parte de Villaviciosa de Odón que, hoy en día, pertenece a Boadilla del Monte.
A San Babilés se le atribuían también propiedades curativas, especialmente curar hernias y huesos rotos. Las familias cristianas del municipio confiaban la educación de sus hijos a San Babilés, gracias a su buena fama. Sin embargo, hacia octubre del año 715 fue torturado y decapitado por los árabes junto a otros dos cofrades y 80 niños a los que enseñaba.
Los vecinos de Boadilla del Monte celebran su fiesta cincuenta días después del Domingo de Resurrección, y llevan, anualmente, la imagen de San Babilés desde la Iglesia de San Cristóbal hasta el polideportivo. Debido a la veneración que existe en el municipio a San Babilés, el hallazgo descubierto ahora tiene una gran importancia para Boadilla. Al haberse localizado en el Cerro de la Ermita de San Babilés, los arqueólogos consideran probable que los posibles restos que se encuentren allí sean los del venerado patrón del municipio.