Boadilla está mejorando en calidad de vida, eso es una realidad. Los servicios son mejores, las instalaciones públicas también... incluso la gestión es mejor, olvidando aquella época de González Panero y los escándalos.
Pero hay algo que no se termina de solucionar, que son los problemas de tráfico. Especialmente, para bajar a Madrid. El autobús express es un pequeño paso adelante para aquellos que acuden al trabajo en transporte público, pero... ¿y los que necesitan acudir en un vehículo privado? Son la gran mayoría de los boadillenses, es una obviedad. Las retenciones que se forman para acceder a las grandes vías son espectaculares, habría que ponerles fin.
Ahora que Fomento parece que empieza a mirar de cerca los problemas de Boadilla, crucemos los dedos para que a esto le encuentren alguna solución.