El proyecto de restauración ya ha sido adjudicado y las obras comenzarán en breve. Recuperará su esplendor del siglo XVIII.
Recuperar el esplendor que tuvieron en el siglo XVIII es el objetivo que persigue el Ayuntamiento de Boadilla del Monte con la obra de restauración de los jardines del palacio del Infante don Luis.
Con un presupuesto de licitación de 1.716.452, 62 euros, la obra ha sido adjudicada a la empresa CESPA, del Grupo Ferrovial, con una baja del 38 %. El plazo de ejecución será de unos 7 meses desde que comiencen los trabajos de restauración.
La intervención se realizará sobre la terraza superior del jardín que constituye, al igual que el propio palacio y construcciones adyacentes, una muestra arquitectónica tardobarroca muy importante en nuestro país. La terraza tiene una superficie de unos 13.500 metros cuadrados, de los que solo el parterre ocupa 6.500. El proyecto ha sido redactado por la reputada paisajista Lucía Serredi, autora también de proyectos como los jardines del Palacio de Aranjuez o los de la Casa de América.
Serredi dirigirá una restauración que será posible gracias a que se conservan, además de la estructura fuerte arquitectónica y múltiples elementos vegetales que revelan aspectos esenciales de la traza, fotografías anteriores al incendio de 1939 y, como documento gráfico principal y más antiguo, el plano de la Topografía Catastral de España, de 1868, que reflejaría el proyecto original de los años de 1760-1770 salvo por lo que respecta al parterre central que data de mediados del siglo XIX.
Según el proyecto, el jardín constará de un parterre dividido geométricamente en dos jardines asimétricos, reflejo de la clara influencia italiana que tuvo Ventura Rodríguez. Uno de los objetivos será la conservación del mayor número posible de especies originales. Para ello se plantarán tilos de Holanda, cipreses de la Toscana, lilos, moreras, perales, 3.000 plantas tapizantes, enredaderas sóforas y unos 10.000 bojes que lucirán en el parterre.
Para conservar en lo posible los elementos actuales, la labores de desbroce y limpieza así como la selección de árboles y las talas que sean necesarias se harán con una gran meticulosidad.
Además de las nuevas plantaciones, tienen que acometerse otros trabajos como la construcción de un complicado sistema de drenaje, aprovechando la red original de pozos que descarga en un colector general, así como un sistema de riego que permanecerá oculto y que contará con la máxima optimización tecnológica.
El proyecto está basado en la economía de medios por lo que los caminos serán de terrizo, y en las cuatro alineaciones laterales de tierra compactada. En el eje transversal este-oeste entre portalones recibirán una terminación de jabre.
Los trabajos comenzarán con una importante limpieza del terreno para dejar la superficie despejada y poder acometer el movimiento de tierras y la excavación de zanjas para las instalaciones de riego, alumbrado y drenaje. Igualmente se colocará una lámina de protección en los cimientos y se impermeabilizarán los muros y bóvedas existentes. Esta fase finalizará con el relleno y compactado de los terrenos una vez concluidos estos trabajos.
En el conjunto lucirán también otros elementos importantes como una fuente central que ocupará el lugar que tuvo en su día la Fuente de las Conchas, actualmente ubicada en el Campo del Moro, junto al Palacio Real en Madrid. Se incorporará una discreta iluminación procedente de leds empotrados en el suelo que se verá reforzada con otras fuentes de luz procedentes de los portones, la pérgola y los jardines laterales.
El objetivo de la restauración, no solo de los jardines sino del palacio en su totalidad, es convertirlo en un elemento turístico de primer orden, no solo para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, sino también para visitantes procedentes del resto de España o incluso de otros lugares del mundo.