Cierto que después la zona es una maravilla y que tras aparcar estás a dos pasos tanto del Convento de la Encarnación como del Palacio del Infante D. Luis, de manera que la situación del aparcamiento es más que idónea. Pero el aparcamiento en sí no está a la altura del entorno.
Quizá se trata, pero lo dudamos, de mantener un recuerdo del paso por el Palacio de la SGAE, que a punto estuvo de arrasar como un tornado el monumento... De no ser así, y estamos seguros, luciría más que el actual descampado algún parking de superficie al uso con asfalto, señales pintadas para circular y hasta marcas para aparcar en la correspondiente plaza.
Y si por dar otro uso al solar se prefiere que no entren los coches, pues mejor cerrarlo apropiadamente y/o prohibir el tráfico.
En cualquiera de los casos, hoy por hoy no rima con el fabuloso entorno el descampado.
