Si nos fijamos en los Presupuestos de Boadilla del Monte descubrimos bastante sintonía en los criterios con lo que ha estado defendiendo estos días, con una convicción fuera de dudas, el presidente regional, Ignacio González.
Contiene, también, Boadilla los impuestos (principalmente con las bonificaciones sobre el pago del temido IBI) y trata de reactivar la economía no sólo a través del consumo, que también, sino con medidas como las rebajas sobre el Impuesto de Actividades Económicas por conceptos como la generación de empleo indefinido o primando la contratación de jóvenes menores de 35 años.
Aligera los gastos Personal, incluyendo las retribuciones de los cargos de confianza, y en el guión de intenciones se apuesta por mantener los servicios sociales, asunto sobre el cual solo se mantienen discrepancias de valoración con la izquierda municipal.
En definitiva, unos Presupuestos muy en la línea de lo que se impone en Madrid como credo para salir de la crisis. Con similares premisas, el pasado ejercicio se cerró con superávit. Ojalá se repita.
