¡Auryn!

¡Auryn!

¿¡Auryn!? ¡La que se va a armar!

Estos chicos han logrado que resurja, como en su mejor época, el fenómeno fans con su conocida parafernalia de camisetas xerografiadas, monotemáticas carpetas, pósters gigantes, colas en conciertos y demás muestras de la incondicional (y frenética) entrega adolescente.

No pretendemos destacar la calidad musical de Auryn sobre Cali y el Dandee o el resto de solistas o grupos que participarán en las próximas fiestas de Boadilla del Monte (del 4 al 13 de octubre). Pero la banda juvenil ha conseguido, como muy pocos, que su música y estilo, sus ropas y peinados, su pose y maneras, trasciendan la esfera musical para penetrar en otras industrias y, sobre todo, atravesar el corazón de sus entusiastas fieles.

Para entendernos: están entre su público al nivel que, en su día, alcanzaron los hoy míticos Fórmula V. Aunque, ¡ojo!, no será fácil mantenerse en la cima de la popularidad tanto tiempo como el todavía jovencísimo Paco Pastor.

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