Aunque el eslogan de la campaña ('Cómo ser ciudad y no morir en el intento') es manifiestamente mejorable por muchas razones, entre ellas, que no tiene sentido, no es correcto español y la frase está más quemada que el cenicero de un bingo por muy orgulloso que esté el creativo de ella, es importante el fondo de la misma. Porque aquí de lo que se trata es de incentivar entre los vecinos las buenas prácticas medioambientales y de gestión de residuos.
Y es que, la campaña invita a la colaboración activa de todos los vecinos en los procesos comunitarios de gestión de residuos y está organizada en torno a tres segmentos de población: domicilios y comunidades de vecinos, hostelería y comercio y servicios públicos.
La iniciativa se completa con acciones educativas en los centros escolares del municipio, carteles que se instalarán en todos los portales y campañas publicitarias en los mupis municipales.
