
La red de Metro Ligero que enlaza las localidades madrileñas
de Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte presenta deficiencias, según los
trabajadores. La empresa afirma que la seguridad de las líneas ML2 y ML3 no
está en riesgo.
Otras fuentes han señalado que la señalización no es la más adecuada para el correcto funcionamiento de las líneas. En la línea ML2, varias señales de límite de velocidad son de papel y están deterioradas, además de no ser reflectantes, lo que impide la visión durante la noche. La compañía advierte que las señales son provisionales.
Según los trabajadores, los túneles de la ML 2 sufren filtraciones
constantes de agua, entre las estaciones de Bélgica y Pozuelo Oeste, que han
formado un charco permanente. Además según el testimonio de los empleados,
cuando llueve, cae cemento del techo sobre la vía.
El servicio que ofrece Metro Ligero es una concesión privada
que gestiona OHL en un 51%. La empresa asegura que los problemas que surjan o
hayan podido surgir no representan ningún tipo de peligro para la seguridad de
los trabajadores ni de los usuarios, además de recalcar que los errores que han
ido sucediendo desde la puesta en marcha del servicio, hace un año, se han ido
solventando.
Otras fuentes han señalado que la señalización no es la más adecuada para el correcto funcionamiento de las líneas. En la línea ML2, varias señales de límite de velocidad son de papel y están deterioradas, además de no ser reflectantes, lo que impide la visión durante la noche. La compañía advierte que las señales son provisionales.