En el verano de 2009 se inauguró la Iglesia de San Cristóbal, cuyas obras de rehabilitación tuvieron un coste cercano a los 2 millones de euros, de los cuales 1 millón fue desembolsado del patrimonio de todos los boadillenses, a cambio de un convenio por el cual la Diócesis se hacía cargo del mantenimiento y el Ayuntamiento podría hacer uso de sus salas.
Los dos puntos del contrato se incumplen desde entonces, según APB, puesto que el mantenimiento – al menos el externo- es, a simple vista, inexistente; y en cuanto a las salas, permanecen cerradas sin que hasta la fecha nadie pueda hacer uso de las mismas.
Las asociaciones culturales y vecinales del municipio, que son cerca de 40, tienen un solo local para todas que deben compartir, independientemente de su actividad. Así, lo mismo da que sea una asociación que se reúna cada cierto tiempo, que una que necesite un espacio fijo semanal para realizar una actividad concreta, como por ejemplo el grupo de teatro. “Las instalaciones de la iglesia deberían dar cabida a este tipo de asociaciones que precisan de lugares de forma habitual para ensayos, tertulias, conferencias, etc, etc. El Ayuntamiento tiene que hacer cumplir el contrato con la Diócesis para que todo lo que tenga carácter cultural pueda ser ubicado en las salas de la Iglesia” afirma Ángel Galindo, Portavoz de Alternativa por Boadilla.
“APB pide que se realice un calendario de actividades entre el Ayuntamiento y la Iglesia donde de forma pública se conozcan las actividades a desarrollar y que las Asociaciones participen en la elaboración de este calendario. En el caso de no destinarse a este fin, vamos a solicitar al Obispado de Getafe, ante el incumplimiento constante del Convenio suscrito entre el Ayuntamiento y el propio Obispado, su revocación y la devolución del dinero invertido por los boadillenses en el Patrimonio inmobiliario de la iglesia”, concluye Ángel Galindo.
Según APB, el muro que rodea la Iglesia está en un pésimo estado. El cuidado del mismo, según el convenio, debe realizarlo la propia Iglesia. Sin embargo, ésta no solo no rehabilita los desperfectos sino que empeora su situación al no controlar el riego del jardín interior, dejando caer el agua de forma inapropiada, la cual se filtra a través del muro y corre por la calle como si de una rotura se tratara..