El 'botellón' es una práctica muy extendida en toda España. En la Comunidad de Madrid ya se aplican sanciones a aquellos que lo practican, pero se pretenden subir las multas de forma que a todo aquél que le pillen bebiendo en la calle deberá abonar una cantidad que oscila entre los 500 y los 1.100 euros. Además, ya no existirá la posibilidad de hacer cursos en beneficio de la comunidad para librarse del pago.
En Boadilla los jóvenes todavía siguen haciendo 'botellones'. Uno de los sitios más concurrido por las noches y en el que más gente se reúne para beber es el parque de la calle Gutiérrez Soto, y las consecuencias son desoladoras. Cada mañana, el parque amanece con restos de botellas, latas, papeleras rotas... Basura, porquerías y cristales que se convierten en un peligro para los niños que acuden al día siguiente. Además, me consta que muchos de los jóvenes que acuden a beber no son mayores de edad.
En vista de que cada vez es más difícil concienciar a la sociedad, la Policía Municipal (con o sin bici, me da igual) debería intensificar la vigilancia en aquellas zonas donde el 'botellón' es una práctica común.
