Boadilla puso en funcionamiento el pasado mes de marzo la brigada anti-grafiti, que trabaja en la recuperación, conservación y mantenimiento de fachadas.
Este nuevo servicio municipal, que ya ha realizado más de 150 trabajos de eliminación de pintadas, el pasado 15 de mayo eliminó un grafiti ubicado en uno de los muros del Convento de la Encarnación de Boadilla. Para impedir que se vuelvan a realizar actos vandálicos de este tipo, el mismo servicio plantó un seto como barrera arbustiva.
Junto con esta brigada, la concejalía de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad se encuentra trabajando en un plan de choque de eliminación de grafitis. Si dichas pintadas reaparecieran, el Ayuntamiento cuenta con un programa de mantenimiento para borrarlos de manera inmediata.
Estos grafitis están penados según la Ordenanza de Convivencia Ciudadana de Boadilla del Monte, con multas entre los 300 y los 3.000 euros.