La Federación Española de Hostelería ha estimado unas pérdidas que llegarían al 10% de las ventas y un cierre de hasta 70.000 locales.
Junto a Irlanda, la Ley Antitabaco española es la más restrictiva de Europa. Sin embargo, en Grecia, tras la entrada en vigor de una normativa similar, los hosteleros se rebelaron y se anularon las restricciones.
Por ahora el Gobierno afirma estar satisfecho con el cumplimiento por parte de los bares y restaurantes. Sin embargo, cada vez más hosteleros se suman a la causa de otros que han decidido no cumplir estrictamente con la ley y ya han comenzado a recoger firmas.
Los restaurantes y bares de Boadilla también están empezando a sufrir las consecuencias de que sus clientes no puedan encenderse un cigarro.
Algunos restaurantes, como Borleña Café Bar o Gastera, afirman que todavía es muy pronto para notar los efectos. Además, es normal que durante el mes de enero baje el número de clientes, ya que después de Navidad la gente ‘frena’ su asistencia a estos locales después de las fiestas.
Ni desayunos ni sobremesa
Sin embargo, no todos los locales están teniendo esta suerte. En su mayoría coinciden en la progresiva desaparición de la sobremesa. Desde el restaurante Jamonero Canete nos cuentan cómo la gente ya no consume los cafés y copas de la sobremesa por no poder fumar, prefieren irse a casa. Además, es inevitable que los fumadores terminen arrastrando a los no fumadores a abandonar los locales, con lo que no solo se pierden las consumiciones del primer grupo.
“Esta ley no ayudará a incentivar el consumo” ha declarado el responsable del restaurante Rodado. “Con la crisis la gente no tiene dinero para permitirse copas, y si además ya no pueden fumar, no se van a terminar de animar”.
Y no sólo se nota en las sobremesas, sino que otros locales como Meson O´carro también lo notan en los desayunos, ya que la gente, si no puede fumar, terminará prefiriendo quedarse en casa para tomar un café.
Aunque esta ley esté afectando a sus negocios, ninguno de los hosteleros con los que hemos podido hablar ha mostrado una actitud rebelde ante ésta. Es a los clientes a los que más les esta costando adaptarse a vivir sin el cigarro dentro de bares y restaurantes. Salvo algunos casos más complicados, como en el restaurante Puerta Sevilla, en el que incluso han tratado de fumar haciendo caso omiso al riesgo de multa, la mayoría de clientes encienden el cigarro por costumbre, pero no ponen ningún tipo de pega para apagarlo.
La imagen del fumador en el restaurante o en el bar ha terminado por ser algo completamente normalizado en España. En el restaurante la Cachimba nos han comentado que en otros países de Europa no es tan normal esta imagen, por eso este tipo de leyes fuera de nuestras fronteras no se han tomado demasiado mal, pero que aquí es casi una costumbre. Además, este local especializado en cachimbas, todavía está a la espera de una confirmación para poder seguir ofreciendo este producto.
Todavía es pronto para dar datos sobre las pérdidas, pero sí que se puede afirmar que, tal y como se presagiaba antes de la entrada en vigor de la ley, las personas que viven del negocio de la hostelería no están a favor, y van a ser los principales afectados por una de las leyes más restrictivas sobre el tabaco que está vigente en Europa.